Hace unos meses, la hemana menor de Nicolas Vallejo-Nágera Mafalda Muñoz, contraía matrimonio en Pedraza con el fotógrafo Gonzalo Machado. Una boda que no sólo reunía a una larga lista de invitados famosos, sino que contaba con un invitado muy especial: el vestido de la novia, un diseño de Lorenzo Caprile, con falda de volantes y camisa blanca.
Mafalda Muñoz, con vestido de
novia de camisa y falda, de Lorenzo Caprile
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La combinación de maxifalda y camisa no es habitual entre las novias y, sin embargo, suele dar magníficos resultados: sencilla, original y elegante, la novia con camisa supone un giro tanto al vestido de novia tradicional como al dos piezas blanco, más popular en ceremonias civiles.
Echando la vista atrás, la fórmula de la maxifalda tendría otro best moment en esto de las bodas célebres: la reina Rania de Jordania se convertía en el centro de todas las miradas al hacer acto de presencia en el enlace de los Príncipes de Asturias en Madrid, hace ya diez años, vistiendo una elegante camisa remangada, con cuello en pico abierto, y una falda malva con capa de encaje firmada por Givenchy.
La reina Rania de Jordania ya
despuntó con este look en la boda de los Príncipes de Asturias
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Aunque no conseguía hacer sombra a la futura Princesa de Asturias -de hecho, algunas voces críticas señalaban la falta de protocolo que supone no lucir un tocado en una boda de mañana, y más en el caso de un miembro de la realeza-, el look de la reina Rania se convertía en el mejor ejemplo de cómo equilibrar dos prendas en un único conjunto, convirtiendo un básico de fondo de armario en la pieza clave de un look de fiesta.
En las colecciones que vienen, las que acaban de aterrizar en las tiendas y talleres de vestidos de novia, la tendencia de la maxifalda con camisa también ha tenido su hueco, especialmente entre los diseñadores españoles, que ya en mayo sacaban la camisa a la pasarela en la Barcelona Bridal Week. Los más entendidos: Francis Montesinos, que suele incorporar este look de aire español a prácticamente cada colección nupcial con su nombre, Pronovias, que llevaba más allá el vestido camisero inventado por Manuel Mota para deconstruirlo en un dos piezas desmontable, e Isabel Zapardiez, que también hacía de la falda con camisa su propuesta más sexy para las novias de 2014.
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